Traducidos por Marta Spagnuolo
1. EL ESPEJO
No había nada dentro de la noche: túmulo,
éxtasis, sexo mordido, luz esquiva,
pasión emboscada, un triste suspiro fuera de órbita.
Ciertas noches se multiplican de pie
sobre la extensión de sus propias formas
y no nos dejan entrar sin que vaciemos
los bolsillos de la ilusión.
Por más
que vaguemos por allí no hay nada:
memoria molida, desengaño, lujuria ahogada,
dolor, una tensión mínima que ligue un desastre a otro,
al menos que asuste sin motivo alguno,
ningún disfraz de límite. ¿Cómo soportar
algo que no va más allá de sí mismo?
¿Pero cuántos hemos ido?
Tallar sombras
es una frustración del arte. No se desnuda lo otro,
nada se disloca, de caída en caída,
silencio en silencio, vacío en vacío.
No veo nada de mí en mi tiempo, dice
el tallador, al toser y victimarse por dentro.
El arte nunca acepta la propia avería.
Sabemos que hay fantasmas suficientes
para que ninguna noche se sienta sola.
Para muchos el espejo no es más que un muro.
2. LA FIGURA
Tu figura me huye,
como un labio asustado por el toque,
un tendedero de sueños cuya apariencia no se deja imprimir.
De un momento para otro la memoria improvisa su ruina,
y tu figura me huye.
No sé adónde me lleva y dudo que llegue a saberlo.
Te busco en toda mi piel, me toco en lugares vacilantes y un lapso de dolor me dice que ya no estás.
Es una rara manera de percibir la ausencia del amor.
Por impreciso que sea el tiempo, algo me dice que estabas aquí ahora.
Sin embargo tu figura me huye.
Hace poco toqué tus pelos en un regocijo desbordante y reímos de tu desnudez vagando por los límites de nuestra mirada.
Sabíamos que el amor fue excluido,
por todas partes,
extensos corredores de naufragios y desamparos.
Ya no se puede hablar de amor.
E incompatibles con el propio tiempo reíamos dentro de una desnudez que era el propio descubrimiento del salto, del abismo, de lo inesperado.
Sin embargo ahora tu figura me huye.
Sin que ya nada en mi vida se interrumpa.
3. Y EL CRÍMEN
Hay un momento en que el crimen es traicionado
por la víctima. No por inesperada perfidia
o por el creciente deseo de saberse más allá.
Cuando menos se piensa, la víctima desiste
de su personaje. Se trata de un muerto
sin convicción alguna. No puedo morir
en su lugar, representarle la trama final.
Puedo dar crédito al hecho, fardo o mito:
pido sólo un muerto más convincente.
¿De qué voy a morir en esta muerte, al final?
Con tantas pérdidas esparcidas por la vida
-ilusorio escenario donde actúa la verdad-
¿por qué me aferraría a una tan débil?
¿Quieren una víctima de la muerte anunciada?
Pues que me den un buen motivo, un precio
por el que estén matando con convicción, y
entenderé cuánto valía y castigo se confunden.
No diré jamás: fui solamente un actor.
Todos sabemos la realidad de esa ficción.
Floriano Martins: (Brasil, 1957). Poeta, ensayista, traductor y editor. Se ha dedicado en particular, al estudio de la literatura hispanoamericana, sobre todo en lo que respecta al surrealismo. Es autor de los libros Escritura Conquistada (Diálogos con poetas latinoamericanos) (1998) y El inicio de la búsqueda (El surrealismo en la poesía de América Latina) (2001). Como traductor ha publicado en su país libros de Federico García Lorca, Guillermo Cabrera Infante, Vicente Huidobro, Aldo Pellegrini, Enrique Molina, Juan Calzadilla, Pablo Antonio Cuadra, Alfonso Peña. Además, ha organizado antologías de la obra de autores portugueses como Cruzeiro Seixas, Anna Hatherly, Isabel Meyreles, Armando Silva Carvalho, João Barrento y Nicolau Saião. Entre sus libros de poesía se destacan Cenizas del sol (Costa Rica, 2001), Tres estudios para un amor loco (México, 2006), y A vida inesperada (Brasil, 2015). Es director de Agulha Revista de Cultura y ARC Edições. Contacto: floriano.agulha@gmail.com.
Floriano Martins
Matérika 11
Poesía
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Muestra gráfica:
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