Camille Karma Delnoy
Poemas
New Age City & Co*
« Il vaut mieux avoir affaire aux corbeaux
qu’aux flatteurs, car ceux-ci dévorent les morts
et ceux-là les vivants. »
Antisthène
« Nous sommes tissés de l’étoffe
dont sont faits nos rêves. »
W. Shakespeare
Preámbulo
Que nuestros dioses
siempre
únicos
nos perdonen
a la sombra de nuestras plegarias
por ser tan fáciles.
Yo soy la cámara ciega
en el sendero
sangriento que desciende
hacia los alambres de espino
en donde crispadas florecen
manos infantiles cubiertas
de una ceniza
silenciosa.
Un color denso
domina
hechizado y hueco
teñida de desprecio
la película borracha de los
ojos.
¡Encaja en el alma!
Que nuestros inicuos dioses
en nombre del Padre
del hijo
y
del Santo Business
nos perdonen.
1
Yo soñé ¬ ensueño
mentira herrumbrada
al borde de los ojos ¬
de una futura mega-ciudad.
Ella era inmensa y
llevaba el nombre Taire
( Tierra del Silencio ). *
Lugar sublime
de normas, maravilla
de la horizontalidad,
obra maestra
contemporánea de
barbarismo piadoso.
Mundo erguido y dirigido por
enfermos monótonos,
caducos y seniles de una
mecánica cortesía;
pero suficientemente lúcidos
para saber utilizar su
real decrepitud.
*el autor dió como nombre a la ciudad : «Taire»,
literalmente en español significa “callar”,
y por respeto a la musicalidad del texto
la traducimos como:: «Tierra del Silencio».
2
¡Si! yo soñé la
megalópolis, simple hasta
perder el anhelo,
gris y despojada de deseos,
de pesares y
de titubeos.
Todo en bellas líneas
rectas a lo largo de
conciencias
somnolientas,
florilegio sagrado de miradas
marchitas en jardín
sintético
de almas monocromas.
«¡Sueña o muere!»
granza el viejo
cuervo.
3
Megamegalópolis al perfume
de fosa, cuidadosa y
atenta
del equilibrio universal donde
poetas y colores
se vuelven pura
subversión a los gloriosos
provechos
de fanáticas masas
sangrientificadas.
« In good we trust »*
¡money, monkey, donkey
Happy!
La lluvia roja supura
siembras de cráneos
de una cocecha abundante
cuota al fin alcanzada.
* en inglés en el texto original.
4
Aldea de hierro, de vidrio y
de cemento unificados
a los Maestros exterminadores
quienes,
sin condescender a
justificar sus actos,
decretan purificación
a cien por hora
por el bien colectivo
insidioso.
« Los lobos entraron en
la vida
como en una vieja canción »*
*referencia a una canción francesa de
Serge Reggiani :
« Les loups sont entrés dans Paris »
5
Ciudad de vanguardia, donde
las extrañas sombras por
jornadas enteras en el
vientre de mujeres-objeto,
se lamentan
alrededor de oraciones
agujereadas y andrajosas.
Lentamente las cargadoras
de huesos; mirada velada
degradadas, sacrificadas
al silencio denso,
avanzan a pequeños pasos
cerrados sobre los labios
liquidos de una vieja, muy
vieja memoria.
Dos por dios,
mano en la mano, ellas
canturreaban
una alabanza de lágrimas y de
odio
repitiendo
los trazos de
trepanación
de los no nacidos, manos
juntadas
sobre el acuoso vacio.
6
Tierra lúgubre de
estancados días siguientes
frios de lasitud,
territorio inculto donde pasa
un rebaño
ebrio
de sangre derramada bajo
el peso de letanías
erguidas en un lamentable muro
de Santa Vergüenza.
La felicidad lloraba a
rajadas llagas bajo la
justa
mirada lúbrica de
misticólogos ciegos.
Los lobos se pusieron a
cantar :
« La fé de hierro fragua
el gentío.
El gentío fragua el
hierro de la fé.
El hierro fragua la fe del
Gentío. »
Gota a gota el canto
guerrero de esa fe,
de hombre a hombre
de bestia a bestia.
Tierra sileciosa se resbalaba,
hundiéndose
en una nada
casi perfecta.
Los lobos estaban ebrios y
empachados.
7
Al amanecer, dos nubes
manchaban las miradas
de los niños soldados
para reir el viento
soltaba los buitres.
En un viejo jardín
olvidado por los hombres
el niño loco
rostro mutilado
del rictus adulto
mirada marchita en las manos
busca
entre los escombros
mudos
a beber
las aguas turbias
de un recuerdo
que ni siquiera es
el suyo.
8
Yo también soñé
de eso que
siempre
se recomienza desde el
principio:
la Humanidad más allá
de la caverna de los miedos.
Yo soñé con el día
demasiado lejano,
en donde el pan el agua el amor
se repartirán
sin otros valores añadidos
que esos
del compartir
simplemente.
Yo soñé con el día demasiado
lejano…
Traducción del francés Amirah Gazel
CAMILLE KARMA DELNOY, nació en Bruselas en 1955, en un medio pluricultural y culto. No amó mucho la escuela formadora del buen pensamiento. Viajó muchísimo en su juventud y se consagró a la escritura a partir de 1991, fecha de la edición de su primera colección. Su escritura es a la vez una mirada sobre el mundo y el ser humano en sus derivados e incoherencias. Camille tiene la habilidad de manejar el idioma francés con humor y juego de palabras, es el poeta belga contemporáneo más apreciado del momento.
Camille Karma Delnoy
Muestra gráfica:
Dossier:
Muestra gráfica:
Dossier:
Matérika 10
Préambule
Que nos dieux toujours
Uniques
nous pardonnent
à l’ombre de nos prières
par trop faciles.
Je suis l’aveugle
caméra sur le sentier
sanglant à descendre
vers de lourds barbelés
où crispées fleurissent
mains infantiles couvertes
d’une cendre silencieuse.
Une couleur épaisse
domine
qui hante béante
teintée de mépris
la pellicule soûle des
yeux.
Ça boîte dans l’âme !
Que nos iniques dieux
au Nom du Père
du Fils
et
de son Saint Business
nous pardonnent.
1.
J’ai rêvé – songe
mensonge rouillé au
bord des yeux -,
d’une mégacité future.
Elleétait immense
portait le nom Taire.
Lieu sublime de
normalité, merveille
d’horizontalité,
chef-d’œuvre
contemporain de
barbarie pieuse.
Monde érigé dirigé par
des malades
d’uniformité,
gâteux et séniles d’une
mécanique aménité,
mais lucides assez
pour faire usage de leur
royale décrépitude.
2.
Oui ! j’ai rêvé la
mégapole, simple à y
perdre l’esprit,
grise et exempte de désirs
de regrets ou même
d’hésitation.
Tout en belles lignes
droites le long des
consciences
somnolentes,
florilège sacré de regards
fanés au jardin
synthétique
d’âmes monochromes.
« Rêve ou crève ! »
croassait le vieux
corbeau.
3.
Mégatropole au parfum
de fosse, soucieuse et
attentive
à l’équilibre universel où
poèteset couleurs
devenaient pure
subversion au glorieux
profil
de fanatiques masses
sangtifiées.
« In God we trust »
monney, monkey, donkey
happy!
La pluie rouge suintait
semailles de crânes
d’une révolte abondante
au quota enfin atteint.
4.
Village de fer, de verre et
de béton unifié
aux maîtres liquidateurs
qui
sans condescendre à
justifier leurs actes,
décrétaient à du sang à
l’heure
la Purification pour le
bien du collectif
incidieux.
Les loups sont entrés
dans la vie
tout comme dans une
vieille chanson.
5.
Cités d’avant-garde où
d’étranges ombres par
journées entières dans
le ventre des chosees-
femmes, se lamentaient
autour d’oraisons
trouées en oripeaux.
Lentement les porteuses
d’os, regard voilé,
avilies, sacrifiées
au silence dense
avançaient à petits pas
serrés sur les lèvres
liquides d’une vieille, très
vieille mémoire.
Deux par dieu,
main dans la main, elles
psalmodiaient
un chant de larmes et de
haine que déjà
répétaient
les traits pas nés, mains
jointes
sur le vide aqueux.
6.
Lugubre terre aux
lendemains stagnants
froids de lassitude,
territoire inculte où passe
un troupeau
ivre du sang versé sous le
poids des litanies
dressées en un lamentable
mur de Sainte-Honte.
Le bonheur y pleurait à
plaies fendre sous le
juste
regard lubrique des
mystagogues aveugles.
Les loups se mirent à
Ccanter :
« La foi de fer forge
les foules.
Les foules forgent le
fer de la foi.
Le fer forge la foi
des foules. »
goute à goutte au chant
guerrier de cette Foi,
d’homme à homme
de bête à bête
Taire glissait, s’enfonçait
dans un presque
parfait néant.
Les loups étaient soûls et
repus.
7.
Au petit jour, deux nuages
mâchuraient le regard
des enfants soldats
le vent pour rire
lâchait ses vautours.
Dans un vieux jardin
oublié des hommes
l’enfant fou
visage mutilé
du rictus adulte
regard fané aux mains
cherche
parmi les décombres
muets
à boire
les eaux troubles
d’un souvenir
qui n’est pas même
le sien.
8.
J’ai rêvé aussi de ce qui
Toujours
est
à recommencer depuis le
début :
l’Humanité par-delà la
cavernes des peurs.
J’ai rêvé du jour – trop
Lointain
où le pain l’eau l’amour
se distribueraient
sans autre valeur ajoutée
que celle
du partage tout
simplement.
J’ai rêve du jour – trop
lointain.
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